POR UNA NUEVA FORMA DE ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES

TRABAJADORES

A) Ponemos a consideración de este 3er. Plenario los puntos siguientes porque la necesidad de ir adoptando algunas definiciones básicas y prácticas se hace cada vez más patente. La cuestión de la organización, que para la burguesía es un instrumento de conservación de las relaciones sociales de producción existente y por lo tanto de expropiación constante sobre los trabajadores y sectores menores de los propios capitalistas, para los trabajadores debe ser conscientemente una herramienta de autodefensa frente al ataque patronal y de revolución de esta sociedad injusta.

B) Cuando hablamos de “una nueva forma de organización de los trabajadores” lo hacemos en el sentido arriba enunciado: defender la organización para el cambio contra la idea de los conservadores del sistema. No estamos inventando nada; por lo contrario, estamos asumiendo de la historia de las luchas y organización de la Clase Obrera y el Pueblo, lo mejor. Y lo mejor es lo que ha servido históricamente para confrontar con los patrones y sus agentes políticos, incluyendo lo que ha servido para conquistar derechos, para defender conquistas y por lo tanto para señalar una perspectiva de cuestionamiento al sistema de explotación que implica el capitalismo, sea cual fuere el “modelo” de acumulación que se imponga.

C) En la historia del Movimiento Obrero se registran acumulaciones teóricas y prácticas y así como de conjunto se han verificado progresos en su independencia como clase, se puede contraponer a esto la permanente y febril actividad de los explotadores en procura de absorber dentro del sistema toda iniciativa de divorcio por parte de los trabajadores. Una tarea esencia de los capitalistas, ha sido educar por las buenas o por las malas a los sumergidos en el olvido, el desinterés, el acostumbramiento a la traición, el desgano, la decadencia del espíritu de lucha, la inevitabilidad del sistema y la inutilidad del combate, etc., etc. Para ello operan desde mil tribunas y oficinas, prensa y propaganda, púlpitos, medios de comunicación y hasta escuelas. Pero un arma fundamental ha sido la integración de una guardia de hierro burocrática en los sindicatos.
Las tácticas para salir de la situación en que nos encontramos pueden discutirse y es necesario que sea con profundidad. Sin entrar a considerar en modo alguno como que fueran terminantemente opuestas, nos parece que hay una cuestión pendiente: ¿de qué se trata, sólo de una “nueva dirección” o el asunto es de “nueva organización”?. Con sinceridad, inclinados por la segunda opción aportamos algunos puntos en ese sentido.

D) Por supuesto que lo que proponemos no es todo lo que necesitamos, pero aprobamos la difusión y debate de estas reglas básicas para que en cada instancia de organización, incluso en la electoral interna de cualquier sindicato, los compañeros impulsen la discusión y adopten las definiciones siguientes.

1) LIBRE AUTOORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, SIN LA TUTELA DE LOS GOBIERNOS Y SIN ATADURAS A MECANISMOS LEGALES QUE IMPONEN UN RÉGIMEN DE CONTROL SOBRE NOSOTROS. Las declamadas garantías de la Constitución Nacional, cuando aterrizan lo hacen de manera distinta según el campo en que lo hagan. El principio de la libre asociación se convierte en el caso de los trabajadores en una maraña que va desde la Ley de Asociaciones Profesionales hasta los decretos, resoluciones ministeriales y, como no podía ser de otra manera, reglas de mostrador del funcionario de turno. Estas leyes han sido escritas precisamente para proteger a los burócratas y coartar la libertad de decisión de los trabajadores, impidiendo la verdadera democracia. Existen un sinnúmero de disposiciones para ejemplo, como los mecanismos que imponen mil condiciones para decretar la huelga y ninguna para levantarla; la “carrera sindical” con sus requisitos de antigüedad, de ejercicio de cargos menores para llegar a mayores, etc. De hecho, en cada rama en la cual nos han dividido se verifican más o menos dificultades para la existencia de democracia obrera, pero de conjunto y cada vez más los estatutos de los sindicatos se plagan de estos resguardos para los burócratas. Como contrapartida, a los patrones nadie les hace ley y conforman sus asociaciones con la impunidad que ellos llaman “libertad”. Asociaciones para cometer los más atroces delitos, como fue la Asamblea Permanente General Empresaria (APeGe), sostén del golpe genocida de 1976. De esta sola comparación entre la impunidad para la organización de los patrones, surge que la disyuntiva para hacer efectiva nuestra defensa es hoy ser “orgánicos” en los términos de la venia gubernamental, o DEMOCRÁTICOS, con las mayúsculas de la verdadera DEMOCRACIA DE LOS TRABAJADORES.

2) REVOCABILIDAD DE LOS MANDATOS DE LAS DIRECCIONES GREMIALES CUANDO ESTAS NO RESPONDAN A LOS REALES INTERESES DE LOS TRABAJADORES. Para que los actos eleccionarios de la organización de los trabajadores, NO SEAN UN ACTO DE ENAJENACIÓN DE SU SOBERANÍA. PARA QUE EL CARGO QUE SE ALCANZA NO SEA UN CHEQUE EN BLANCO QUE PERMITA AL QUE ES DIRECCIÓN ELECTA PONER PRECIO AL DESTINO DE LOS VOTANTES. Para que después de tanta historia de traiciones por parte de los dirigentes gremiales, se termine de una buena vez. Porque entendemos que el respeto a los trabajadores, a sus intereses, a sus padecimientos y luchas nunca tienen suficientes garantías, debemos apostar a que el destino de las direcciones gremiales, incluso el nuestro si fuéramos elegidos, quede siempre en manos del conjunto de las bases. Las causales de remoción establecidas en los Estatutos actuales de los Sindicatos, no contemplan, por disposición de burócratas y gobiernos, la traición, la entrega, como motivo de revocabilidad. En un sistema de verdadera democracia de los trabajadores, debemos discutir como implementar los mecanismos que permitan sacarnos de encima a quién no sabe cumplir con el mandato de defensa de los intereses del conjunto. En una organización con verdadera democracia obrera, las irresponsabilidades no tienen disculpa a plazo fijo, con vencimiento a dos o cuatro o más años de mandato, o sea, cuando haya nuevas elecciones: quién no cumple el mandato debe irse hoy, porque el Estado patronal, bien lo sabemos, todos los días está a la ofensiva contra nuestros derechos.

3) CONTROL DIRECTO DE LAS BASES EN LA TOMA DE DECISIONES Y EN TODAS LAS NEGOCIACIONES. SOBERANÍA ABSOLUTA DE LAS ASAMBLEAS Y PARTICIPACIÓN DE DELEGADOS MANDATADOS EN TODA NEGOCIACIÓN CON LAS PATRONALES. Porque ya sabemos las tantas veces que nos han entregado. Mil artimañas han usado para mantener el triste final de un conflicto cada vez que no han podido evitar su comienzo. Y en esto no es posible aceptar razón de “táctica”, “tiempos” o “emplazamientos” que valgan para que se dejen “las manos libres para negociar” a una representación sindical. Indefectiblemente esas serán las manos de firmar traiciones, en entregar conquistas y de anudar acuerdos de complicidad con los Gobiernos y las patronales para robarnos todo lo que es nuestro. La vigilancia proletaria es un saludable principio, pero a la vez una práctica inevitable de responsabilidad colectiva. Diríamos que somos clase colectivamente, y cuando individualmente debemos afrontar ciertas situaciones, sólo el auxilio del control de los compañeros puede garantizar la correcta actuación. En todo caso, como se solía decir, la democracia es como el pero: no hay que dejarla que vaya muy lejos. Nada mejor entonces que evitar las “soluciones” a puerta cerrada y armar las cosas para que toda toma de decisiones sea en base a las asambleas de los compañeros, con el debido tiempo de debate, con la mayor información.
Es necesario que los que lleven a cabo tratos (como los paritarios por ejemplo), sean delegados por asambleas, escritos sus mandatos. Porque la verdad es que ningún trabajador debe (ni puede), sentirse tranquilo iniciando una lucha con su voluntad y enajenando en otras manos su culminación.

4) PERMANENCIA EN EL TRABAJO DE TODO COMPAÑERO QUE OCUPE CARGOS, CON LICENCIAS NO PERMANENTES, CONCEDIDAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE TAREAS GREMIALES PRECISAS Y APROBADAS, CON RENDICIÓN DE CUENTAS SOBRE LO ACTUADO DURANTE LOS DÍAS DE APARTAMIENTO DE LAS TAREAS COMUNES A TODO TRABAJADOR. Porque una de las primeras prebendas del “cargo” es esa especie de “vacaciones larguísimas” que se toman los dirigentes, que por lo demás, son utilizadas en beneficio de las personas que las usan para sus campañas de perpetuación de su condición de rentistas sindicales. Un dirigente de la organización que no sea un burócrata y vividor de sus compañeros, debe tener como condición esencial la disposición a los sacrificios y como regla general, toda tarea sindical tiene que ser cumplida en tiempo de trabajo y en tiempo agregado. Rescatamos como primordial a nuestra moral, la conciencia del mandato cumplido fielmente. Para nuestra concepción, el único privilegio de los dirigentes consiste en ocupar la primera línea en los sacrificios, en la fidelidad a sus compañeros y en la lucha. La única compensación es la gratificación moral del reconocimiento de nuestros compañeros. No se nos escapa que para algunos compañeros estos planteos podrán parecer “utópicos” y “moralistas”. No es así. Estos planteos tienen base material en la sacrificada existencia de tantos compañeros que militan en el movimiento obrero y en las fracciones políticas anticapitalistas. Nuestra propia existencia y la de tantos compañeros que conocemos son parte de la materialidad futura que pretendemos. Que esta franja se considere más o menos amplia, no niega ni su existencia ni sus posibilidades. Pero no podemos dejar de señalar la cuestión porque de ninguna manera permitiríamos que se nos confunda con meros aspirantes a “cargos” y a “carreras sindicales”. Además, no podemos decir que en condiciones como las que proponemos es imposible sostener la organización. Hay innumerables ejemplos de que sí es posible y abarcan desde el compañero que adelantando el futuro milita hoy mismo con enormes sacrificios hasta la existencia desde el inicio de la organización obrera en nuestro país. Pero aún más, los magníficos ejemplos de épocas relativamente cercanas (Comités de Lucha, Coordinadoras, Sindicatos sin “personería gremial”, Mesas de Gremios en Lucha, tantos otros), sobre cuya existencia y logros concretos ofrecemos más abundancia histórica en cuanto profundicemos prácticamente estos temas.

5) CONTRA LOS DECUENTOS POR PLANILLAS PATRONALES, PROPONEMOS REIMPLANTAR LAS CUOTAS VOLUNTARIAS Y LA RENDICIÓN DE CUENTAS MENSUALES. La burocracia sindical no tiene exclusivamente una base ideológica y política. Su existencia no responde a una “maldad intrínseca” de los burócratas. Las ambiciones de un burócrata se traducen en beneficios materiales concretos, en las prebendas del “cargo”, o sea, relaciones, compensaciones pro “servicios prestados” a la patronal, “carrera sindical” y política. Tres premios comunes son el manejo corrupto de fondos de cuotas sindicales; el de fondos de obras sociales, mutuales y provisionales; y los cargos políticos, sean electivos o designados. Y cada vez que se sientan las cúpulas con el gobierno o los patrones, el telón de fondos son estos fondos. Lo que podríamos llamar la “acumulación originaria” de capital para desarrollarse hasta la condición actual de empresarios, se encuentra sin embargo en el manejo de fondos sindicales, que, sorprendentemente, patrones y gobiernos contribuyen a recaudar en las planillas de sueldos, mientras niegan a los trabajadores comprendidos en esos descuentos, los más elementales derechos. Es común ver como en los sindicatos se aumentan cuotas, o se imponen nuevas por “mutuales”, “cooperativas”, “construcción de campings” y un sinnúmero de cosas más, mediante asambleas ignotas que vaya a saber cuándo fueron realizadas y a cuántos afiliados congregó, pero que convierten en obligatorio el descuento y que para evitar su descuento hay que recurrir a una renuncia expresa ante la patronal que rápidamente procede a efectuarlo.
A esto hay que unir que los Balances, ese jeroglífico de números realizados con una técnica contable inaccesible al común de los compañeros, se trata una vez al año, en Asambleas tan “Ordinarias” como poco concurridas. En suma: hacen con nuestra plata lo que quieren. De allí nuestra propuesta: cuota voluntaria, basada en el reconocimiento conjunto de la organización, recaudada por los propios trabajadores, con balances claros y mensuales, que permitan ratificar con cada aporte la confianza en la gestión financiera o permita sancionar o corregir errores.

ALGUNAS CONSIDERACIONES
En relación a las posibilidades del efectivo establecimiento de los principios que nos proponemos, esto es una tarea, no una promesa. Sin embargo, son numerosas las pruebas de voluntad de los trabajadores que se reflejan en diferentes programas, con distintos grados de completividad, diferentes formulaciones y, por supuesto, de adhesión y concreción práctica. Valga citar el programa de los compañeros de la Lista Blanca de Telefónicos en las recientes elecciones, de los docentes de la Corriente Anti burocrática de Lucha (CoAL) en las elecciones de AMSAFE en el ¨95 y los estatutos actuales de los luchadores del SITRAMF. Asimismo, tal como decimos que la propuesta no es una promesa sino una tarea, vaya la aclaración expresa de que el hecho de no encontrarse organizados bajo estos principios no descalifica a ningún compañero, ni mucho menos a quienes luchan desde su condición de delegado atado a las orgánicas actuales o quienes desde comisiones directivas deben enfrentar infinitos obstáculos orgánicos para mantener en vigencia la lucha y la solidaridad proletarias. Entonces, como tarea que es, deberemos trabajar mucho por la organización independiente y en este sentido la cuestión pasa por entender que los Estatutos deben ser puestos mirando a nuestras necesidades y no por imposición de gobiernos y patrones. El Estatuto debe ser para los trabajadores organizados, la legalidad interna, propia, independiente de toda influencia, que permita estabilizar relaciones y armar fuerzas para la pelea contra el capital. Todos aquellos Estatutos “adecuados” a las leyes patronales no hacen más que entorpecer la organización, imposibilitar la lucha y abrir la puerta a las sanciones destructoras con que amenazan Ministerios y Tribunales. Por lo reducido de este aporte, que da abierta la discusión con los compañeros para avanzar sobre el asunto.

ALGUNAS CONSIDERACIONES ACTUALES
Obviamente el texto que proponemos fue ya puesto a consideración de los compañeros, lo que manifiesta por una parte que no es de hoy nuestra preocupación y militancia por estas cuestiones, y por otra, que nuestra intención es elaborar la teoría necesaria sistemáticamente ligada a la práctica. Sirva a modo de ejemplo: en el Frente de Unidad para la Lucha, segunda fuerza en las elecciones docentes de Rosario, logramos impulsar dentro del Programa del Frente lo siguiente:
Por una Central única de los trabajadores de la educación que se organice con verdadera democracia sindical; reivindicando las conquistas del Estatuto de Huerta Grande: representación proporcional en la Dirección y Confederales de base, hoy eliminados por el “estatuto cárcel” del marisanchismo. Proponemos, en adelante, que los miembros de Comisión Directiva tengan cargos revocables ante las bases, y que no estén eternizados en sus cargos, sino que vuelvan periódicamente a trabajar a las escuelas. Sueldo de los rentados en Comisión directiva igual al que cobran los docentes en actividad. Ni un peso de los fondos del sindicato deben desviarse a gastos personales de las direcciones. Rendiciones de cuentas mensuales de los fondos gremiales ante las bases. Control directo de la base en la toma de decisiones y en todas las negociaciones. Delegados representativos con mandato expreso de asambleas de base. Las reuniones de Comisión Directiva serán públicas, teniendo voz y voto todos los integrantes de la misma: titulares y suplentes. Nos comprometemos a impulsar la unidad y la organización de los trabajadores y sectores populares en lucha contra la explotación del sistema.
Creemos que este tipo de incidencia en alianzas simplemente electorales pero, de que todas maneras son votadas por cientos de compañeros, sirven de ratificación a lo que proponemos como tarea, porque en realidad, si sabemos obrar sobre los resultados, debemos interpretar que para esos cientos de compañeros sindicalizados los principios planteados son aspiración, Ahora se deberá trabajar en consecuencia. Por eso cabe aclarar a modo de anticipar otro costado de las cuestiones prácticas, que no existe ninguna contradicción entre la circunstancia concreta de encontrarse afiliado a un sindicato como resulta de años de historia, con la pretensión de plantear Nuevas Formas de Organización y militar por la independencia de clase incluso en lo organizativo desde la condición en que cada compañero se encuentre.

MESA DEL P.O.P. –Sábado 1 de agosto 1998

POR UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES CLASISTA, ANTIBUROCRÁTICA, INTERNACIONALISTA, INDEPENDIENTE DE LOS PATRONES, EL ESTADO Y LOS PARTIDOS DE LA BURGUESÍA



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