Al margen de las innumerables disidencias y fracciones que conviven en cada una de las centrales y de los aparentes odios que las separan, lo que no está fraccionado ni viciado de diferencias es su acuerdo sellado a fuego, junto al gobierno y los patrones, de que a la crisis la paguemos los trabajadores. Y existen sobrados ejemplos sobre esto. Allá por diciembre del año pasado, se los podía ver abrazados a los supuestos adversarios Moyano y Yasky anunciando “unidad de acción” frente a la crisis. Seguir Leyendo »