El gobierno patronal de Macri y Cia. ha desatado una ofensiva contra el pueblo y la clase obrera. Este ataque se expresa en cientos de miles de despidos, cierre de fábricas, aumento de tarifas, recortes en salud y educación. Nada de esto es nuevo para el pueblo que la vive yugando a diario y conoce más de miseria que de bonanza. Las crisis capitalistas son cada vez más cercanas entre sí y más prolongadas en el tiempo; es así como pretenden las patronales y sus gobiernos acostumbrarnos a vivir, cortos periodos de relativa estabilidad donde recibimos algunas migajas por lo que ellos llaman “el derrame de la copa”, y luego periodos de crisis donde perdemos todo lo conseguido, mueren por miles nuestros hermanos de clase producto de la miseria, aumenta exponencialmente le desocupación y la miseria, repitiendo el ciclo según sus ganancias o pérdidas lo indiquen.
El gobierno patronal de Macri es consecuencia directa del gobierno anterior que allano el camino para que hoy, después de acumular medios técnicos, legales y represivos, se aplique este ajuste brutal.
En nuestra ciudad esto es más evidente y Paraná Metal es la muestra más patente. Se vienen perdiendo puestos de trabajo desde hace varios años atrás. Existe desde los centros de poder económicos imperialista un plan de desindustrialización y abaratamiento del precio de la fuerza de trabajo en los países dependientes como el nuestro y este plan se ha aplicado a raja tabla sin importar el color partidario del gobierno y con la complicidad de las burocracias sindicales. CILSA, PARANA METAL son los casos emblemáticos pero junto con ellos un gran número de talleres y pequeñas empresas subsidiarias de la metalúrgica.
La crisis que nuevamente recae sobre las espaldas del pueblo trabajador no puede pasar como una más y nuestra propia historia es aleccionadora: cada vez que los trabajadores depositamos nuestra confianza en los gobierno y los partidos patronales, en senadores, diputados, intendentes, o dejamos en manos de los burócratas sindicales nuestro destino, todos estos personajes se juntaron para mantener un PACTO SOCIAL, que garantizó el cierre de fábricas de forma ordenada y a cambio de eso sólo recibimos promesas, después la calle, indemnizaciones miserables, destrucción de fuerzas productivas. Ya no les alcanza con despidos a cuentagotas, ahora se cuentan por miles, y sin embargo nos siguen proponiendo diálogo y negociaciones con los patrones, como si nos uniera un interés común. No hay interés común, hay intereses de clase, los patrones necesitan para salir de su crisis aumentar la explotación y los depidos según les convenga para maximizar la ganancia, y por eso los trabajadores estamos en oposición a ellos, porque cuanto más se enriquecen ellos a costilla nuestra, más pobres nos volvemos nosotros.
Hay que hacerles pagar la crisis, si ellos no nos dejan vivir, no debemos dejarlos gobernar.
- No podemos permitir los despidos, si los patrones cierran las empresas corresponde a los trabajadores toma y puesta en marcha, somos los únicos capaces de garantizar su funcionamiento, evitar que se roben las maquinas y se destruyan los edificios.
- Frente a los despidos y suspensiones debemos imponer el reclamo por la reincorporación y pase a planta de todos los compañeros ya sea en estatales como privados.
- Reducción de la jornada laboral sin reducción de salarios para crear nuevos turnos en la fábrica.
- Reapertura urgente de paritarias, clausula gatillo (de acuerdo a índices de costo de vida sacados por nosotros y no por el estado y la burocracia).
- Aumentos de salario igual a canasta familiar.
- SOLIDARIDAD ACTIVA EN LOS CONFLICTOS OBREROS, ORGANIZACIÓN Y LUCHA.
P.O.P.
PLENARIO OBRERO Y POPULAR -VILLA CONSTITUCION
31-08-16