Por una parte, es notable el énfasis de la Ciciliani por establecer una iniciativa que salve el rol de esta forma de organización, ya que el proyecto tiende naturalmente a superar el inconveniente que resulta de un porcentaje tan bajo de afiliación sindical como es el 20% de los trabajadores.
Y por otro lado, de acuerdo a las siguientes palabras vertidas por la Diputada: “la afiliación automática no vulnera el derecho a la libre elección o a la propia libertad sindical (entendiendo ésta también como la facultad de no afiliarse o desafiliarse), porque el trabajador puede desestimar la afiliación, quitándole de esa forma toda connotación de inscripción compulsiva...”, se convierte la sindicalización en una consecuencia automática de la ocupación y esto trae lo que ya conocemos: una vez afiliado, vaya cada quién a desafiliarse. No se trata de mantenerse al margen, sino de marginarse de un aparato que todo lo puede en tanto todo lo sabe y arranca con la ventaja de la obtención de un consenso tácito. En este sentido se usa lo peor de la práctica mercantilista propia de los monopolios, que han llevado a los llamados contratos de adhesión al extremo de dominar la vida cotidiana de millones. Los ejemplos son muchísimos. Son adhesiones que no requieren la aprobación de la relación que se establece, sino el rechazo de la misma. Las AFJP gozaron de este privilegio durante años y se necesitó una ley que diera una vuelta de campana para desatar a los adherentes involuntarios. Una vez que te afilian de prepo, ¿dónde quedan las alternativas?. Andá a explicarle a la patronal que se puso de acuerdo con los burócratas que no querés estar afiliado. Por ejemplo, una iniciativa semiclandestina de organizarse libremente para enfrentar a la burocracia pasaría por una primera acción de reclamarle a los obreros no ya que se agrupen para una nueva construcción, sino que se desagrupen del rebaño dominado, con lo que la exposición del compañero es previa al comienzo del trabajo.
Otro costado es el de los descuentos por planilla. Este proyecto que es acompañado por la Mesa Sindical Socialista (UOM de Las Parejas y Villa Constitución, La Bancaria de Rosario, SUPEH de San Lorenzo y Sadop) germina de las “cuotas solidarias” que no casualmente son casi/o del mismo monto que la cuota sindical y que llegan hasta el 4% del sueldo. En ésto se basa Cicialiani para decir que “Tampoco implica una carga económica dado que en la actualidad el trabajador no afiliado, en la mayoría de los gremios, está contribuyendo con la cuota solidaria”. Lo que no dice es que la cuota “solidaria” surge de un acuerdo entre la patronal, los sindicatos y el gobierno para superar la escasa afiliación sindical fruto del descrédito que esto tiene entre los trabajadores. Pero hagamos un poco de historia reciente.
El Ministro de Trabajo Carlos Tomada decía al respecto en el año 2006 cuando estas cláusulas de aportes “solidarios” avanzaron a gran escala: " El principio que lo inspira es el reconocimiento económico al sindicato que gestionó la mejora salarial de todos los trabajadores. Contribuye a fortalecer la acción sindical ..".
En esos días se lo escuchaba a Héctor Recalde de la CGT, "los aportes incluyen a los trabajadores no afiliados porque el sindicato obtuvo un convenio colectivo de trabajo que mejora las condiciones de trabajo y los salarios tanto de los afiliados como de los no afiliados. Por esa gestión o beneficio, se aplica el descuento". Esto es lo más parecido a la figura que el liberal Código Civil llama gestor oficioso, o sea, el que beneficia a alguien sin pedido alguno y al cual hay que pagarle la gestión. Nada más lejano de lo que debe presidir una organización de trabajadores y nada más negador de la función de organizador para la lucha que debería ser. Que cobren por gestiones es inconcebible y alienta en todo caso la idea que alimentan los burócratas cuando le plantean a los compañeros eso de ustedes luchan y ellos que no lo hacen se benefician con esta lucha.
Y aún en lo concreto hay que señalar que el beneficio del que habla la CGT no existe porque la central de Moyano y CIA. se cansó de entregar nuestro salario año a año. Por lo tanto, ¿Para qué existen los aportes “solidarios”?Lo responde Tomada: “Contribuye a fortalecer la acción sindical”, más claro échale agua, son honorarios que se les da a los burócratas, de nuestro sueldo, a cambio de cerrar aumentos miserables y escalonados que se los come la inflación en días. A estas cuotas “solidarias” no la sostiene ni la Constitución ni las leyes laborales. Incluso un fallo en el año 2009 se expidió marcando jurisprudencia sobre lo ilegal de estos descuentos. Y claro que Cicialiani sabe todo esto.
En lo que al encuadre se refiere(es decir al sindicato en el que el trabajador quedará encerrado) dice el proyecto “Si existe más de una representación sindical, el empleador deberá informar esta situación al trabajador quién decidirá a qué entidad se incorpora. De no formular opción, las afiliaciones se prorratearán en forma proporcional a la cantidad de afiliados que cada entidad cuente en el lugar de trabajo”. Con esto es posible anunciar desde ya encontronazos enormes por el encuadramiento. Los intereses cruzados serán los de distintos sindicatos en el mismo rubro, ya que en el 90 % de los llamados rubros concurren dos o más sindicatos que reclaman la representación de los trabajadores. Si las enormes batallas de hoy entre camioneros y mercantiles (supermercados) son un ejemplo de la hostilidad por el encuadramiento, imaginemos cuando sea el patrón (posteriormente a que el empleado no formule opción) el que elija a qué sindicato afilia a sus explotados. O sea, la concurrencia de intereses será entre dos o más sindicatos y la patronal. Lo que queda reducido a la dependencia de un acto administrativo es la libertad del trabajador para organizarse, de modo que cada vez menos podrá hablarse en el caso de las entidades regidas por la Ley de Asociaciones, de autoorganización. Los que guardaban esperanzas en la creación de nuevos sindicatos sin la venia de la CGT se las verán difícil. Esto es así porque el proyecto de ley tiende a garantizar y universalizar la estructura de unicato sindical cgtista que rige actualmente. Tomemos el ejemplo del nuevo sindicato de subte y todas las barreras que tuvo que franquear para ser reconocido por el estado. Si el camino que recorrieron fue cuesta arriba, ni hablemos si se concreta lo de la Cicialiani, porque una iniciativa similar a la de subtes será como escalar el Everest en silla de ruedas y ni aun así.
Entonces, como dijimos este proyecto de ley antiobrero diagramado por legisladores Pro CGTistas por ahora espera en el congreso. Pero bien sabemos que nuestros enemigos andan con el cuchillo abajo del poncho así que no lo pensarán dos veces para desenvainar cuando las circunstancias así se lo indiquen.
En épocas de crisis como las que corren los gobiernos y sus amos capitalistas echaran mano a todo lo que tengan a su alcance para someternos, para decirnos como tenemos que organizarnos, en síntesis para que no resistamos y no luchemos contra sus planes de hambre.
Desde el Plenario Obrero y Popular llamamos a los trabajadores a desarrollar nuevas formas de organización como única herramienta de real independencia. Ponemos a disposición para que sea discutido por el conjunto de los trabajadores los puntos de nuestro programa.
Programa del Plenario Obrero y Popular