Cristina y la CGT joden con la salud de los trabajadores

Cristina y la CGT joden con la salud de los trabajadores

Los intereses que pugnan en las altas esferas del poder por la llamada mafia de los medicamentos no es más que una disputa entre sectores dominantes. Las colosales sumas de dinero y los negocios que se hacen con las obras sociales de los sindicatos les apetecen a muchos. Sin embargo es necesario un análisis de los últimos acontecimientos para separar la paja del trigo verdaderamente y vislumbrar que entre toda esta montaña de plata y corrupción se encuentra la urgente tarea de luchar independientemente por nuestro derecho a la salud.

Los que trabajamos en blanco podemos ver que en nuestro recibo de sueldo entre tantos descuentos figura un 3% destinado a la obra social de tal o cual sindicato, es decir que en poco más de dos años y medio éstos se quedan con el equivalente a un sueldo completo de millones de laburantes gracias a las obras sociales. También cuando nos enfermamos sabemos que a este descuento debemos agregarle una suma en concepto de “ordenes” y además abonar los medicamentos que necesitemos nosotros y nuestras familias, esto como mínimo. El sistema de obras sociales “cubre” a unas 18 millones de personas que engordan sus cajas todos los días. No debemos olvidarnos tampoco de los miles de millones de pesos extras que reciben del Gobierno Nacional por diferentes conceptos. Sin embargo la burocracia de la CGT siempre ambiciona un poco más y avanzó en rubros tan siniestros como fabricar y vendernos remedios truchos.

Con la complicidad de distintos gobiernos encontraron en la deplorable tarea de truchar remedios oncológicos una forma de ingreso muy redituable. Para que quede claro, estos miserables se cagaban y lo siguen haciendo en los pacientes con cáncer y sida, entre otras enfermedades, que se trataban en sus sanatorios, dejándolos morir lisa y llanamente. La causa judicial de la mafia de los medicamentos expuso una red de complicidades que embarra a toda la CGT y al gobierno nacional. Pero a no dejarnos engañar, no es que algún juez honesto este encarando una lucha descarnada por velar por nuestros intereses. Esta batalla no es más que la puja de los poderosos para ver cual es el sector que les pone la espada de Damocles a los sindicatos cegetistas y, porque no, arrebatarles el manejo de las obras sociales.

Concientes de estos peligros y de que hasta el mismísimo Moyano puede quedar pegado, la central peronista salió a respaldar tanto al bancario Zanola como al ruralista Venegas implicados judicialmente por el juez Oyarbide. Muestra de esto es el comunicado de la CGT ante la detención del dirigente de la UATRE, que pese a las diferencias circunstanciales con Moyano, no discrepan a la hora de hacer de nuestra salud un negocio turbio. Dicho comunicado comienza con una sugestiva frase del “general” de noviembre del 73 en su rostro más fascista y finaliza declarándose la CGT en “sesión permanente”, es decir con la guardia en alto. El kirchnerista Yasky, interventor de la CTA, no se quedó atrás y salió a defender al “momo” cuestionando a Oyarbide. Cabe agregar también el procesamiento por esta misma causa de Capaccioli, ex superintendente de Servicios de Salud y quien fuera el recaudador de la campaña electoral de Cristina, aunque los actuales funcionarios oficialistas salieron a querer despegarse rápidamente. Posterior a estos hechos para despejar todo tipo de dudas de su alianza con la CGT el gobierno nacional le entregó mil millones de pesos más a las obras sociales para evitar pedidos de aumentos salariales “desmedidos” en un año electoral como el que corre.

Parafraseando al tango "todos en el mismo lodo". Claro que nadie pero nadie de estos malnacidos habla del problema central que atraviesa todo esto, que es que las manos de quienes manejan nuestros derechos más elementales están manchadas de sangre. Y en temas como estos no es cuestión de andar analizando mucho los matices de los que nos traicionan a diario. Que si duhaldista, kirchnerista, o lo que sea la realidad es que nos estan cagando y en eso no tienen diferencias los "muchachos". Por esto es que con urgencia los trabajadores tenemos que dejar de ser testigos de cómo joden con nuestras vidas y enfrentar a estos canallas inescrupulosos tomando como propia la lucha por nuestra salud.