El conflicto en Enfermería es una muestra cabal de la situación de nuestra Educación Pública. Sin edificio propio, con cargos docentes con contratos basura, con los jefes de trabajos prácticos laburando Ad honorem, con promesas incumplidas de becas, y con presupuestos escaso, entre otros problemas, los estudiantes no aguantamos más y hemos decidido hacer escuchar nuestra bronca.
En este proceso, realizamos asambleas, marchas y la semana pasada nos instalamos en Rectorado para exigir soluciones. Sin embargo, esto no ha alcanzado y hasta el momento todo se diluye en un mar de promesas y más promesas. Ante esta situación no debemos bajar los brazos, más que nunca es hora de profundizar la lucha. Es necesario garantizar el estado de asamblea permanente junto a los docentes, para fortalecer y hacer efectiva la Democracia estudiantil. Si es necesario tomar Sede de Gobierno hasta que se solucionen nuestros reclamos, hagámoslo sin dudarlo. La salud de nuestro pueblo está hipotecada hace rato, de modo que esa es la mínima resistencia que podemos presentar. Asimismo, se torna imperioso exigirle a nuestro Decano Carlos Crisci que tome cartas en el asunto. No solamente Maiorana y el Estado Nacional son los responsables. Crisci, aunque algunos lo nieguen, también es parte de la camarilla privatista y como consecuencia carga con responsabilidades (es el primer responsable) por el estado actual de nuestra Escuela, y hasta ahora se lo vio poco, y cuando se lo vio fue junto a su cómplice Maiorana haciendo promesas que de nada nos sirven y repudiando nuestros métodos de lucha.
Al mismo tiempo, a los compañeros de Medicina, con quienes convivimos dentro de una misma Facultad y con quienes conviviremos de una forma muy estrecha en nuestro futuro como profesionales, debemos pedirles que también convivan con nosotros en esta pelea, por medio de la solidaridad concreta y contundente. Aislarnos es lo peor que podemos hacer. Necesitamos que ellos también ejerzan medidas de presión claras para revertir esta situación. Somos todos una misma Facultad. Por lo tanto, si es necesario que ellos tomen la Facultad de Ciencias Médicas para que nos escuchen, debemos apelar a su fraternidad para que se unan a nosotros tomando la Facultad.
Por último, y sin perder de vista los problemas que nos acusan, es importante que tengamos en cuenta que nuestro conflicto no es un hecho aislado. Psicología también atraviesa una situación vergonzosa, los problemas edilicios y presupuestarios ahogan a Humanidades y Artes, y así con todas las Facultades. En fin, la raíz de todas las dificultades es la misma: el plan de destrucción de la Educación pública. Por eso, comenzar a organizar asambleas interfacultades para la coordinación de todas las luchas es una tarea pendiente. Ese es el camino para empezar a decidir nosotros el futuro en la Universidad y no dejarlo en manos de aquellos que solo ven en nuestra formación un negocio redondo.
¡Viva la lucha de los estudiantes de Enfermería!
• Creación de cargos docentes, basta de contratos basura y cargos Ad Honorem.
• Por un edificio único que aloje a todos los estudiantes.
• Más becas para poder estudiar.
• Fuera Maiorana y toda su casta privatista de la Universidad.
• Fuera el Decano Carlos Crisci.