Los últimos abrazos de los lideres de la CTA y la CGT, o “los hugos”, no deben significarnos más que la continuidad de su unidad en contra nuestro. Ambos como hábiles estrategas en eso de cagarnos, recurrirán a cualquier acción en pos de mantener y agrandar sus aparatos burocráticos. Y con esto impedir que los trabajadores empecemos a actuar con independencia. No debe sorprendernos, tampoco, las últimas alertas de las izquierdas reformistas sobre una posible división de la CTA o la “central alternativa”. Este hecho catastrófico (para ellos) se consumaría tras las próximas elecciones de ctera en junio y las generales en septiembre. Y estaría motivada por una injerencia mayor del kirchnerismo o cegetismo de Moyano en la central encabezada por Yasky.
Como alternativa a este “peligro de división” llaman a conformar corrientes internas que luchen por la dirección. Otros, más asumidos en su papel, directamente apoyan a las diferentes facciones burocráticas que pugnan por esta central.
Este tipo de izquierda es tan clasista que no ve más allá de las dos centrales, tan independientes que apoyan la lucha por la personería gremial de la CTA, o la frutilla del postre en su sumisión al estado. Tan obreros como lo son Yasky, de Genaro o Moyano, ya que llaman a organizar poderosos sindicatos para ambas centrales. Claro que recuperados por ellos. Nos dicen que, cambiando pieza por pieza, nuestra situación va empezar a andar mejor. Mágicamente los sindicatos actuales, cuyo papel es el de contener nuestra lucha, empezaran a batallar contra los patrones. Que la culpa no es de las ataduras que sufrimos en los sindicatos, con sus leyes laborales, ssu estatutos burocráticos, sus conciliaciones obligatorias, sus paritarias traidoras, sus nefastas actas acuerdos, sus persecuciones. Aquí el problema son solamente las dirigencias privilegiadas.
Resumiendo lo anterior podemos decir que lo que pretenden tanto Moyano, Yasky y los súbditos de ambos, es enredarnos en sus tranzas, peleas y chanchullos, para hacernos creer que en esto tenemos algo para ganar.
Nuestra tarea como clase trabajadora muy lejos de este error, debe ser organizarnos y empezar a plantar bases clasistas. Discutir sobre nuevas formas de organización, independientes del estado burgués, con verdadera democracia obrera. Estos ejes, nos llevaran a entablar la necesaria unidad de acción de los que luchemos por nuestros intereses. En un proceso que se iniciará desde las bases, y que deberá darse con una intervención en los ámbitos mas variados, incluso los de las centrales existentes. Pero con el horizonte siempre claro, y concientes de los intereses que estas representan.
Una central realmente clasista debe ser fruto de estos pasos. Y en los debates y acciones que plasmemos en su conformación si que valdrá la pena enredarse. Pues en estos, iremos forjando una herramienta que nos sirva para resistir los embates del sistema que hoy sufrimos.
Compañeros trabajadores, para luchar contra el reforzamiento de los aparatos burocráticos debemos dejar de lado la idea del mal menor y poner manos a la obra en la construcción de una tercera central que luche y barra de plano con tanto estatutos y cultura hecha a la medida de los patrones y su estado
POR UNA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES:
CLASISTA, INTERNACIONALISTA,
INDEPENDIENTE DE LOS PATRONES, EL ESTADO
Y LOS PARTIDOS DE LA BURGUESÍA.