Hay una canción muy popular que en su estribillo dice “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”. Y es así compañeros, en nuestro país y en otros tantos de mundo, donde aún gobiernan quienes más tienen, hay otra historia, la de la lucha, la de nuestra clase. Y esa historia ha sabido parir artistas, cantantes, actores, cineastas, escritores, músicos que han hablado del pueblo y sus pesares, de las miserias, de la pelea cotidiana así como de las grandes batallas y guerras que hemos desatado contra quienes aún pretenden encadenarnos y amordazarnos. Ellos han sido nuestra voz, nuestros ojos, han contado nuestra historia, cuando muchos de nosotros, encerrados por nuestros verdugos, desaparecidos, o directamente asesinados no hemos podido hacerlo. Frente a tanta basura que hoy pretenden imponernos a través de las empresas de comunicación, las grandes cadenas de cine y discográficas queremos desde esta breve columna recomendar distintas obras de estos artistas, de los cuales muchos sufrieron censura y persecución, pero que pese a ello no dejaron de denunciar a través de sus trabajos, y empeñando en ello hasta su propia vida, las miserias del sistema. Así como también de otros, que quizás sin tener un compromiso militante tan activo con la causa de nuestra clase, han sabido crear obras que reflejaron el sentir y el pesar del pueblo y que por eso merecen ser rescatadas del baúl al que las han confinado quiénes con ello ven cuestionada su propia existencia.
Los traidores (1973) (película)
Dirección: Raymundo Gleyzer
Guión: Víctor Proncet, Álvaro Melián y Raymundo Gleyzer según el cuento de Víctor Proncet
Dramatiza la vida de un militante sindical, que comienza su lucha en las filas peronistas en los '60, y que se corrompe en su ascenso al poder. Mezclando documental y ficción, refleja los diecisiete años más explosivos en la historia política argentina. Esta película es, además de una obra de arte vanguardista para su época, por las técnicas y el concepto mismo utilizado, de un valor incalculable en los tiempos que corren donde la burocracia se revela más que nunca y de forma más desembozada como el cáncer del movimiento obrero. Para debatir, para reflexionar, para aprender, para indagar, los traidores merece ser vista por cada uno de los compañeros. Esperamos nos acerquen sus reflexiones.
Como decíamos más arriba “Los traidores” de Raymundo Gleyzer, desaparecido por la Dictadura Genocida, no es un film que se encuentre habitualmente en algunas de esas cadenas de videos tan conocidas, justamente porque tiene la cualidad de cuestionar el imperio de esas grandes empresas y sus sostenedores, en este caso, la burocracia sindical. Es por eso que desde el POP, vía mail o telefónicamente, o a través de algún compañero militante les ofrecemos a quien le interese ojear este pedacito de nuestra historia, una copia del video.