Los estudiantes y Docentes nos encontramos frente a una situación de emergencia. La política de ajuste a la Educación Publica sostenida por el Gobierno Nacional, Maiorana y aplicada a rajatabla en nuestra Facultad por Musitano se hace sentir cada vez con más fuerza.
Los problemas más acuciantes, aquellos que requieren de una solución inmediata, son la falta de bandas horarias que amenaza con empujar a la deserción, de cara al comienzo del segundo cuatrimestre, a los compañeros que trabajan o que viven lejos. No solo tienen políticas para echar a los trabajadores de la Universidad sino que también persiguen a docentes opositores argumentando excusas basuras como por ejemplo adelanto de jubilaciones. En este caso la persecución recae sobre los profesores Carlos Cantore y Sabina Florio. A esto se suma la falta de un Edificio único para los que estudiamos en Bellas Artes, teniendo que trabajar en pasillos como en el caso de Dibujo I por tener dimensiones escasas o como en el caso de Escultura que no la cursamos en la Facultad sino en una casita del Centro por no tener aulas.
Hasta el momento, nos venimos organizando en asambleas por curso y generales y nos hemos manifestado por medio de marchas y en la última semana con la Toma de Decanato. Sin embargo, sin desacreditar este proceso que venimos construyendo, la gravedad de la situación reclama profundizar la lucha adoptando métodos más contundentes. Necesitamos de una acción de fuerza que ejerza una presión determinante sobre Musitano y su camarilla, ponerlos entre la espada y la pared, no dejarles alternativa. De este modo, y solo de este modo podremos arrancarle nuestros justos reclamos. La práctica, a lo largo de los años, nos ha demostrado que las marchas, los recitales y los cortes de calle no alcanzan para imponernos. Incluso tampoco basta con ocupar Decanato. Urge entonces, antes de que sea demasiado tarde, decidirnos a tomar la Facultad y solo levantar la medida una vez que nuestros pedidos se hayan materializado, y no antes.
Tan importante como nuestra firmeza en esta pelea, es reflotar el debate sobre la cuestión de fondo. En declaraciones vertidas semanas atrás el Secretario General de Ciencias Agrarias, Hugo Permingeat , dijo bien clarito que "Monsanto forma sus cuadros aquí. Ellos valoran esa capacitación que brindamos, por eso cuando golpeamos la puerta para que nos ayuden no tienen miramientos". Esa sola frase basta para que nuestros cuestionamientos no mueran en torno a la cantidad de ceros que debería tener el presupuesto de la UNR, y para que pongamos sobre el tapete de una vez por todas la discusión sobre qué tipo de Universidad queremos: una que forme cuadros para el Imperialismo o una que produzca conocimiento desde y para la clase trabajadora y el pueblo. Esa discusión encierra el asunto que estas camarillas privatizadoras (de todos los colores políticos, radicales, peronistas y socialistas) quieren tapar y sobre el cual no quieren que hablemos. Ellos no tiemblan si nosotros pedimos más plata (incluso la quieren porque así roban más). Solo se desesperan y se ponen como locos si nos organizamos para alcanzar el poder en la Universidad. Y no puede ser que los estudiantes tengamos que hablar del poder en la Universidad solo cada cuatro años cuando haya elecciones para Rector. La magnitud de la crisis, hace que este sea un tema prioritario para nosotros.
Emprendamos con decisión y claridad cada una de nuestras peleas y así, al calor de las luchas, ir construyendo un sólido movimiento estudiantil clasista y combativo que luche por una Universidad de los Trabajadores y el Pueblo.
Ante la falta de bandas horarias y aulas, y la persecución política:
¡Toma inmediata de la Facultad!
¡Fuera Maiorana, Musitano y toda su camarilla privatista de la Universidad!