ESTUDIANDO LA CONTRA INSURGENCIA DE ESTADOS UNIDOS

Comenzamos con una serie de publicaciones y análisis de materiales, textos, audiovisuales y recomendaciones de lectura, que llevan como hilo la crítica al imperialismo.

La primera de las publicaciones es el libro del Antropólogo Mexicano Gilberto López y Rivas, "Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos". Nos interesa rescatar de esta lectura el énfasis que el autor pone en mostrar los nuevos métodos que Estados Unidos está aplicando en el control y estudio poblacional de los territorios invadidos, desde el manejo de las ciencias sociales para la caracterización poblacional, el conocimiento de las riquezas territoriales y el manejo cultural de las mismas, ideando nuevas formas altamente peligrosas para afianzar el despliegue militar que caracteriza al imperialismo yanqui.

La lectura debe llevarse como recomendación teniendo a la vista las nuevas acciones de Estados Unidos sobre el territorio de Afganistán y con otros casos como el de Nicaragua, donde el ejército yanqui se ha ido perfeccionado.

 

Manuales, mentalidades y usos de la antropología

Gilberto López y Rivas

El prólogo de Néstor Khoan plantea la situación como el espíritu de una época sombría y, resume el libro condensando los núcleos problemáticos de nuestro tiempo, a saber: el militarismo de EE.UU extremo, el creciente fascismo imperante en las relaciones internacionales, el nuevo reparto del mundo y la manipulación de las ciencias sociales que esos procesos requieren para ser legitimados. De manera que el capitalismo de nuestro tiempo conforma un imperialismo lanzado sin escrúpulos a una recolonización del mundo.

TERRORISMO GLOBAL DE ESTADO:

El autor propone observar un paralelismo entre el concepto de fascismo con el de terrorismo global de estado, puesto que ambos entrelazan el terror de la burguesía para proteger sus intereses utilizando los nacionalismos, el apoyo de clases medias descontentas y sectores desclasados de trabajadores.

Un concepto de terrorismo considerado por Estados Unidos es “violencia premeditada, con motivación política, perpetrada contra objetivos no combatientes, por grupos no estatales o por agentes estatales clandestinos, habitualmente con el propósito de influir en una población”. Ante esto el autor señala que en este concepto se olvida el lugar del acto terrorista y también su carácter defensivo u ofensivo del acto violento, y por tanto también olvida el referirse al estado como una entidad que puede inferir terror directamente.

Se le llama terrorismo global de estado porque Estados Unidos ha elevado el terrorismo al rango de política estatal global, con el apoyo de la maquinaria bélica más grande, violentando los marcos ideológicos y políticos de la represión “legal” y apelando a “métodos no convencionales”, a la vez extensivos e intensivos, para aniquilar a la oposición política y la protesta social a nivel mundial.

ESTUDIANDO LA CONTRAINSURGENCIA DE ESTADOS UNIDOS:

Para estudiar la contrainsurgencia de Estados Unidos el autor hace un repaso de la antropología mercenaria Estadounidense que se caracteriza por el cinismo con el que justifica la colaboración entre antropólogos y militares en las guerras imperialistas. Una de las más aguerridas defensoras es la antropóloga Estadounidense Montgomery Mcfate, quien se propuso la tarea de educar a los militares y de convencer a los estrategas de la contra insurgencia que la antropología puede ser un arma más efectiva que la artillería.

EL MANUAL 3-24 DE CONTRAINSURGENCIA ESTADOUNIDENSE:

En julio de 2007 se edita una edición de bolsillo del manual de campo de contrainsurgencia 3-24, un manual destinado a la persecución, tortura y asesinato de seres humanos y a la ocupación militar de países en los oscuros rincones del mundo en los que Estados Unidos pretende hacer prevalecer sus intereses. El texto coordinado por el general David Petraeus y Montgomery Mcfate hace plagio de autores como: Victor Turner, Anthony Giddens, David Newman, Max Weber, entre otros. Esta publicación tiene como propósito Ayudar a preparar a los jefes del ejército y del cuerpo de marines a conducir operaciones de contra insurgencia en cualquier parte del mundo. Su carácter antropológico se ve reflejado en la siguiente cita: “el conocimiento cultural es esencial para emprender una exitosa contrainsurgencia. Las ideas americanas de lo que es normal o racional no son universales. Por el contrario, miembros de otras sociedades frecuentemente tienen diferentes nociones de racionalidad, conducta apropiada, niveles de devoción religiosa, y normas concernientes al género”.

Los antropólogos-militares definen en este manual conceptos como: sociedad, grupo étnico, tribu, redes, instituciones, roles y estatus, estructura y normas sociales, cultura, identidad, sistema de creencias, lenguaje, poder y autoridad, capital social, participación política, entre otros. Todo ello para conocer lo que realmente interesa a los militares: los insurgentes, sus objetivos, sus capacidades, motivaciones, apoyo y tolerancia de la población hacia ellos, formas de organización, líderes y personalidades claves, actividades y relaciones políticas, sustentos logísticos, financieros y de inteligencia, nuevos reclutas, armamento y capacidades militares, entrenamiento, etc.

Así mismo, estrategias y tácticas de los rebeldes merecen especial cuidado como acciones conspirativas, militarismo, guerrilla urbana, guerra popular, emboscadas, incendios, bombas y explosivos, armas químicas, biológicas, radiológicas, o armas nucleares, manifestaciones, contrainteligencia de los insurgentes, ejecución de soplones, secuestros, toma de rehenes, infiltración y subversión, propaganda, ataque a instalaciones, sabotaje entre otros.

Sería un error subestimar las capacidades y los alcances de este trabajo de inteligencia de los imperialistas estadounidenses.

Antropología de la contrainsurgencia y la ocupación neocolonial:

Human Terrain Team Handbook, del militar Nathan Finney es otro de los documentos importantes que utiliza la antropología en las campañas contrainsurgentes. El propósito de este manual es servir en la preparación de los equipos (Human Terrain Teams, HTT). Estos equipos están compuestos de cinco a nueve personas empleadas para apoyar a los comandantes en el terreno para compensar sus deficiencias de conocimiento cultural en el contexto en el que maniobran.

Los aspectos clave de la misión HTT son 3:

1-Investigacion por medio de las ciencias sociales (utilización de métodos antropológicos y sociológicos clásicos como entrevistas abiertas y estructuradas, análisis de texto, encuestas y observación participante)

2- Recolección de información relevante para la unidad militar y presentación de la misma en términos familiares a una audiencia militar.

3-Creacion de un marco analítico cultural para la planeación, toma de decisiones y diagnósticos operativos.

Los equipos HTT de civiles y militares tienen un líder (comúnmente un oficial activo o retirado), un científico social, un procesador de información y dos analistas. Según el manual, la composición optima incluye, al menos, un miembro del equipo que hable la lengua de la zona, otros que sea experto en el país en cuestión, y otro que sea mujer, “para permitir que el equipo tenga acceso al 50% de la población frecuentemente subestimada en las operaciones militares”. El manual menciona que los miembros de estos equipos portan “armas de autodefensa”.

La guía cultural de las fuerzas especiales de Estados Unidos:

Se trata de un documento recientemente filtrado por el ejército de los Estados Unidos, Special forces advisor guide (Guía para el asesor de las fuerzas especiales) que el Antropólogo David Price catalogo como “un manual de etiqueta de la contrainsurgencia”. Esta guía se basa en la ya antigua, criticada y superada corriente antropológica denominada “cultura y personalidad”, que tuvo mucha influencia en los años de la segunda guerra mundial y la posguerra, cuando antropólogos como Ruth Benedict y Margared Mead se involucraron en estudios de “carácter nacional” para contribuir a los esfuerzos bélicos de su país, reduciendo la complejidad de naciones a rasgos simplificados y seudopsicológicos, que ignoraban las variantes significativas entre individuos y sociedades.

Este manual contiene acartonadas representaciones de estereotipos regionales culturales y la heterogénea realidad étnica, lingüística y cultural del mundo se reduce a siete regiones culturales: Norteamérica y Europa; Asia suroeste y norte de África, América central y Sudamérica, África subsahariana, el borde del pacifico, Rusia y las repúblicas independientes y Oceanía. Poco importa si los militares adoptan marcos conceptuales de la antropología tan estrictamente ya que la finalidad de Estados Unidos y sus fuerzas armadas sigue siendo la misma: proteger sus intereses geoestratégicos, apoyar a dictadores o gobernantes afines, formar contrapartes golpistas en sus escuelas de contrainsurgencia, especializar a los ejércitos nacionales como fuerzas de ocupación a su servicio, torturar, desaparecer, secuestrar, ejecutar, etc.

Los académicos al servició del imperio:

Desde el año 2008, los militares de Estados Unidos cuentan con un ambicioso programa de investigación denominado “The minerva research initiative”, que fundo el entonces secretario de defensa, Robert Gates, con el objetivo de lograr una comprensión más profunda de las dinámicas sociales, culturales y políticas que son de interés estratégico para el gobierno de Estados Unidos.

Este programa recibió cincuenta millones de dólares y ha ido incrementando a través de los años para financiar académicos de las universidades Estadounidenses para trabajar como analistas en los temas que pueden tener incidencia en las políticas de estado de seguridad naciónal imperialista.

En el año 2013 dicho programa lleva adelante un congreso con los siguientes puntos a discutir:

1-dianamica estructural en organizaciones violentas

2-liderazgo y sucesión en regímenes autocráticos

3-insurgencias y espacios ingobernables en África occidental

4-tecnologia, poder y seguridad en china

5-movilizacion para el cambio. ¿Quién se hace terrorista?

6-energia y estabilidad

7-cambio climático, acceso a los recursos, y seguridad

8-proyeccion del poder en un mundo globalizado

Manual de campo las fuerzas especiales número 31-20-3:

Este es el tercero de una serie de manuales que produce el departamento de defensa de Estados Unidos para instruir y guiar a los soldados en las tareas represivas en el ámbito mundial, en este caso, bajo la obertura propagandística de ayudar a otros gobiernos a liberar y proteger a sus sociedades de la subversión. En este manual se presenta un eufemismo político- ideológico a la que denominan “nación-huésped”, esto es, gobiernos obsecuentes a Estados Unidos que enfrentan situaciones desestabilizadoras de variado tipo, pero sobretodo, insurgencias armadas y movimientos sociales que cuentan con apoyo popular, ante las cuales recurren al “desinteresado auxilio” contrainsurgente de las fuerzas especiales. Este manual propone que hay siete elementos comunes a toda insurgencia: liderazgo, ideología, objetivos, ambiente y geografía, fases y tiempos, apoyo externo, y patrones operativos y organizativos. También sostiene que hay tres estrategias generales de la insurgencia: el foco o foquismo, la orientada hacia las masas y la tradicional, clasificando a la insurgencia liderada por castro y el che en la primera, Vietnam en la segunda, y la rebelión de los Huk en Filipinas en la tercera.

En suma, el propósito político del manual es la defensa de los intereses políticos del imperialismo estadounidense por medio del asesoramiento y entrenamiento contrainsurgente de tropas de cipayos de la nación huésped.

Un ejemplo es el caso de las fuerzas armadas mexicanas quienes son de las más letales a nivel global. En situación de guerra, por cada muerto, hay cuatro heridos; en México, por cada herido, hay diez y hasta casi diecisiete muertes producidas, respectivamente, por acciones del ejército y la marina.

Las guerras justas de Obama:

Lenin en su análisis de la primera guerra mundial establece algunos criterios generales para el estudio del conflicto bélico:

a) condena las guerras entre los pueblos como algo bárbaro y feroz;

b) establece que cada guerra deberá estudiarse en su contexto y particularidad histórica;

c) distingue el lazo inevitable que une a las guerras con la lucha de clases en el interior de cada país;

d)reconoce la legitimidad, el carácter progresista y la necesidad de las guerras civiles que libran los oprimidos contra sus opresores, que más bien se adscriben en el derecho de los pueblos a la rebelión, la revolución y la resistencia;

e)emplea el término de “guerra justa”, que según él fue una expresión introducida por W.Liebknecht, cuando se refiere a las guerras de liberación nacional, o por la “defensa de la patria” solo en el caso de estados oprimidos, dependientes, menoscabados en sus derechos, que resisten a las grandes potencias opresoras, eslavistas y expoliadoras; y

f) denuncia que las burguesías en sus guerras imperialistas manipulan los conceptos de “guerra defensiva”, “defensa de la patria “o “guerra justa”, para encubrir sus reales objetivos de repartirse el mundo y sojuzgar otras naciones (Lenin, V.I., 1915)

El “patriotismo estadounidense” se ha nutrido de una historia de genocidios, etnocidios, despojos y conquistas territoriales; se fundamenta en las nociones etnocentricas y racistas de “pueblo escogido” por la “providencia “para expandir su dominio sobre el continente , en su primera etapa, y después en el mundo entero, bajo el concepto de ser la “única nación indispensable”; en el “destino manifiesto” que dio forma ideológica al expansionismo territorial ;en el intervencionismo permanente y sistemático sobre América Latina. Su patriotismo implica la idea de “policía mundial” que vigila el cumplimiento de su ley y protege sus intereses y seguridad “nacionales” por encima de cualquier otro; se alimenta de los mitos de “salvadores del mundo” propalados por la propaganda cinematográfica; los incansables Rambos matando comunistas y ahora terroristas, en nombre de la justicia, la democracia y la libertad.

Cambios en la estrategia militar de Estados Unidos:

El antropólogo David Vine prepara un libro entorno a las más de mil bases militares en ciento cincuenta países, y publico un artículo “la estrategia del nenúfar”, en el que informa sobre la transformación silenciosa que el pentágono lleva acabo de todo el sistema de bases militares fuera del territorio estadounidense, lo cual significa una nueva y peligrosa forma de guerra.

Los militares estadounidenses están aumentando la creación de bases, que ellos llaman nenúfares: “pequeñas instalaciones secretas e inaccesibles con una cantidad restringida de soldados, comodidades limitadas, y armamento y suministros previamente asegurados”.

De esta manera el gobierno estadounidense emplea cerca de medio millón de soldados, espías, técnicos y contratistas civiles en otras naciones , y estas instalaciones secretas además de monitorear lo que la gente en el mundo, incluyendo los propios ciudadanos estadunidenses están hablando o enterándose del contenido de los faxes o correos que se están enviando, benefician a las industrias que diseñan y proveen de armas a sus ejércitos. A diferencias de las grandes bases, los nenúfares son construidos con discreción, tratando de evitar la publicidad y la eventual oposición de la población local. Se trata de bases operativas pequeñas y flexibles.

El narcotráfico un arma del imperio:

El autor presenta la hipótesis del escritor Marcelo Colussi, que radica en plantear que el poder hegemónico liderado por Estados Unidos ha encontrado en este nuevo campo de batalla un terreno fértil para prolongar y readecuar su estrategia de control universal. Como lo ha encontrado también con el llamado terrorismo, nueva plaga bíblica que ha posibilitado la nueva estrategia imperial de dominación militar unipolar con su iniciativa de guerras preventivas.

Además de un enorme negocio, el tráfico de drogas ilegales tiene otro significado: es utilizado como mecanismo de control de las sociedades. Es un dispositivo que permite una supervisión del colectivo por parte de la clase dominante. Se pasa a controlar la sociedad en su conjunto, se la militariza, se tiene la escusa ideal para que el poder pueda mostrar los dientes. El imperialismo estadounidense viene aplicando en forma sostenida un supuesto combate al negocio de las drogas ilícitas, cuyo objetivo real es permitir a estado unidos intervenir donde lo desee, tenga interese, o los mismos se vean afectados. Terminar con el consumo está fuera de sus propósitos.

Alcances imperiales del comando sur en América Latina:

En este punto el autor hace una caracterización de todos los países que tienen carácter de importancia para Estados Unidos. Se remarca la importancia de Colombia que es considerado por Estados Unidos como el aliado predilecto, es socio de la OTAN, ancla de la estabilidad regional y colaborador emergente de los desafíos de la seguridad global, “Colombia sigue siendo un amigo leal cuyo liderazgo es fundamental para enfrentar las amenazas regionales”. Se refiere entonces al papel de este país como líder y exportador neto en materia de seguridad para México, américa central y el caribe.

Se concluye que de una eventual acción de Estados Unidos, directa o indirecta contra Venezuela, podría darse desde Colombia, ahora flamante integrante de la organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN)

El silencio ha tenido que ser: el caso de los cinco héroes de Cuba

Hay cinco presos cubanos en Estados Unidos: Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Rene González, cuyo trabajo consistía en infiltrarse en las organizaciones contrarrevolucionarias. Los cinco patriotas cubanos, a riesgo de su vida, cumplían labores de inteligencia en el interior mismo de los grupos extremistas que durante décadas han cometido actos terroristas en territorio cubano, en el de muchos otros países de Americalatina, y en el propio territorio de Estados Unidos. Los cinco cubanos no efectuaron actividades de espionaje contra objetivos militares, económicos o de ninguna otra naturaleza que afectaran la seguridad nacional de ese país.

Prueba de la doble moral de Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo es que alberga, protege y apoya logística y financieramente a organizaciones terroristas que actúan contra cuba y otros países, mientras a sometido a estos cinco patriotas cubanos a juicios violatorios de las normas propias e internacionales del debido proceso y tratamiento a los detenidos, torturas físicas y mentales a ellos y a sus familiares y resoluciones no fundadas en ordenamientos jurídicos sino en razones políticas .

La doble cara de la justicia estadounidense fue no juzgar a Luis Posadas Carriles, quien llevo adelante múltiples atentados en Cuba y otros países, uno de los cuales fue la voladura de un avión cubano con 73 civiles.

Contrainsurgencia y paramilitarismo en el gobierno de Vicente Fox:

El paramilitarismo durante el gobierno de Vicente Fox da continuidad a la estrategia de contrainsurgencia en Chiapas, que últimamente ha sido definida como “guerra de desgaste o integral” y que muchos han denominado como de “baja intensidad”. Esta constatación es importante ya que para cualquier acción relacionada con la búsqueda de la paz es necesario partir de un diagnostico objetivo de la situación real en la zona de conflicto y de las políticas gubernamentales del gobierno actual.

Pineda define la guerra de baja intensidad como: “la actual estrategia militar de los estados unidos para combatir las revoluciones, movimientos de liberación o cualquier conflicto contra sus intereses”.

La guerra de baja intensidad requiere de una división en tres de las tropas que operan en ella. En consecuencia, estas se agrupan en fuerzas de operaciones especiales, de asuntos civiles y de operaciones psicológicas. También este tipo de conflicto privilegia la utilización de tropas locales irregulares por ejemplo en Chiapas la utilización de grupos paramilitares propios de la comunidad indígena que son utilizados para llevar a cabo tareas de guerra sucia que el ejército prefiere no realizar directamente.

Los grupos paramilitares son: aquellos que cuentan con organización, equipo y entrenamiento militar, al que el estado delega el cumplimiento de misiones que las fuerzas armadas regulares no pueden llevar acabo abiertamente, sin que eso implique que reconozcan su existencia como parte del monopolio de la violencia estatal. Los grupos paramilitares son ilegales e impunes porque así conviene a los intereses del estado. Lo paramilitar consiste entonces en el ejercicio ilegal e impune de la violencia del estado y en la ocultación del origen de esa violencia.