La rueda de la historia parece haber girado tanto que llega hasta el presente imponiendo las más viejas y reaccionarias aspiraciones de las clases parasitarias. Están convirtiendo a cientos de miles de trabajadores y sus familias en material desechable. Todo el plan económico está orientado pura y exclusivamente a garantizar la ganancia y supervivencia de los grandes empresarios y las multinacionales a costa de la vida misma de cada trabajador. La riqueza que están acumulando es tan monstruosa como la miseria inhumana a la que nos someten. Nos están obligando de facto a que nos conformemos y a que agradezcamos ingerir una migaja de pan para poder levantarnos al día siguiente.
¿Cómo se construyó esto?. Con el acuerdo de todas las fuerzas políticas y sindicales que se benefician de esta sociedad podrida. Mientras los trabajadores y el pueblo nos desangramos en cada “crisis”, a ellos les pasa por el costado. Los que nos hablaban de “década ganada” porque tiraban unos pesos a la AUH o jubilaciones, en esa misma década, les entregaron miles de millones de dólares a los Macri y las multinacionales cuyos jefes ahora son ministros, alimentando política y económicamente a los verdugos a los que hoy dicen oponerse. Y el gobierno “socialista” de Santa Fe, que se presume al margen de la grieta, le firma al gobierno nacional todo el plan de entrega y ajuste que nos lleva al abismo. Ninguno de todos ellos tiene un “plan alternativo”. El único plan que tienen es el plan de pago de la deuda externa, lamiendo la bota del imperialismo y llenándose la boca hablando de los pobres para volver al engaño de siempre y sostener a los ricos. La próxima aprobación del presupuesto 2019 será la ratificación de todo ello.
Por su parte, las centrales obreras como la CGT y las CTA, privilegiados de la transa histórica con los patrones y sus partidos, desactivan todos los planes de lucha que necesitamos con cacareos de reclamos y denuncias para la tele, abandonando la calle y los PAROS INDETERMINADOS que le paren la mano al gobierno. Son los jegarcas de la derrota y la sumisión.